viernes, 2 de julio de 2010

Las Angiospermas

Las características vegetativas de estas plantas son muy variadas, siendo diferentes desde los eucaliptos gigantes con más de 100 metros de altura y 20 metros de diámetro, hasta las monocotiledóneas fluctuantes no mayores que 1 mm de largo.

Todas las angiospermas, con muy pocas excepciones, son de vida libre, mas allá que existan seres saprofitos y parásitos no presentando clorofila.

Estas plantas saprofitas establecen obligatoriamente relaciones con un hongo micorrizico, el cual por su ver, está asociado a otra planta fotosintética. De este modo, el hongo sirve de intermediario entre la planta fotosintética y la saprofita, lo que la tornará más un organismo parásito, que saprofito.

Existen cerca de 2800 dicotiledóneas y cerca de 200 monocotiledóneas parasitas, que forman estructuras de absorción especializadas con haustorios que penetran en las células del huésped.

El éxito de las angiospermas en el medio terrestre reside, en parte, en la presencia de elementos en los vasos, que vuelve su xilema más eficiente en el transporte de agua.

Otro aspecto fundamental para ese éxito, es la presencia de hojas amplias, con una tremenda capacidad fotosintética. Este tipo de hoja pierde enorme cantidad de agua por evaporación, pero la presencia de un xilema tan eficiente compensa esta dificultad.


La caída de las hojas en invierno, permite un ahorro de la energía cuando las condiciones no son las ideales, bien como también impide la destrucción y acumulación de daños en esas estructuras fundamentales.

Las hojas de las angiospermas son de crecimiento rápido, principalmente en las plantas herbáceas, lo que les permite sobrevivir a los herbívoros que se alimentan de ellas.

Las angiospermas, desarrollaron una estructura especialmente bien adaptada a la reproducción sexuada en medio terrestre y en presencia de animales, la flor.

La polinización por insectos, atraída por flores vistosas y néctar, fue seleccionada debido a su elevada eficiencia, lo que condujo por su parte a una ventaja en la presencia de flores monoicas (el insecto transporta dos tipos de polen en una único viaje).

El color de las flores es una de las características más notorias de las angiospermas, pero entre tanto, es debida a una concentración de pigmentos que existen en todas las plantas, apenas no se encuentran concentrados en una estructura como en este caso

La enorme variedad de colores de las flores es debida a un número muy reducido de pigmentos: flores rojas, naranjas y amarillas por ejemplo, le deben su color a pigmentos carotenoides semejantes a los encontrados en las hojas y estructuras fotosintéticas de muchos otros organismos autotróficos.

Sin embargo los pigmentos más importantes para el color de las flores son los flavonoides (como las antocianinas por ejemplo), compuesto con dos anillos de carbono de 6 átomos. En las hojas estos pigmentos frenan la radiación UV peligrosa para los tejidos permitiendo el pasaje de radiación azul, verde y roja, importante para la fotosíntesis.

Las antocianinas producen diversos colores, dependiendo del Ph del medio: rojo en medio ácido, violeta en medio neutro y azul en medio básico, por ejemplo para la cianidina.

La tasa reproductora es de dos a cuatro veces mayor que la de las gimnospermas pues producen semillas con elevado contenido en reservas y con menor necesidad de luz para la germinación.


La producción de frutos carnosos y apetitosos permite a la planta utilizad a los animales en la dispersión de las semillas en ellos contenidas. Las semillas, ellas mismas, presentan frecuentemente ganchos y espinas que se prenden al pelo de los animales que las esparcen inconcientemente.

Su éxito se debe por tanto, a su excepcional adaptación a la vida en la tierra y la interacción con los animales.


Esta división incluye dos grandes grupos, las monocotiledóneas, con cerca de 65.000 especies y las dicotiledóneas, con cerca de 17.000 especies. Las semejanzas entre estos dos grupos son bastante mayores que sus diferencias, a pesar de ser fácilmente reconocidas.

La clase de las angiospermas es la mayor de los organismos fotosintéticos, incluyendo más de 230.000 especies.

Las angiospermas dominan completamente el mundo vegetal de los últimos 100 millones de años. Sin ellas no existirían los colores de las flores y frutos, así como los bellos colores otoñales de las hojas de los árboles.

Estas plantas evolucionaron de modo de estar perfectamente adaptadas a la vida en medio terrestre y en contacto con los animales.